Pero esto siempre ha creado una pregunta muy difícil, y nadie
ha sido capaz de resolverla.
Tengo una humilde solución, el problema ha sido presentado una
y otra vez, miles de veces en todo el mundo: si el poeta sólo recibe atisbos y
aún así crea tanta belleza, tanta poesía -las palabras empiezan a cobrar vida en
el momento en que él las toca- ¿por qué no han sido los místicos capaces de
producir la misma clase de poesía? Ellos están veinticuatro horas por día, día y
noche en ese estado creativo, pero sus palabras no tienen la misma belleza. Aún
las palabras de un Gautama Buda o Jesucristo se quedan cortas comparadas con las
palabras de gente como Kahlil Gibran, Mikhail Naimy, Rabindranath Tagore.
Ciertamente parece extraño, porque la gente que sólo tiene momentos crea tanto y
la gente que tiene la consciencia universal disponible para ellos, despiertos o
dormidos... ¿Qué pasa? ¿Porqué no han sido capaces de producir la poesía de
Kahlil Gibran? Nadie ha respondido.
Mi propia experiencia es que si un pordiosero encuentra una
mina de oro, cantará y danzará y se volverá loco de alegría, pero no un
emperador.
Un poeta de vez en cuando se convierte en emperador, pero sólo
de vez en cuando; por eso no lo puede tener por seguro. Pero el místico no está
fundido con la consciencia universal sólo por un rato, está fundido. No hay
forma de volver.
Esos pequeños atisbos pueden ser traducidos en palabras, porque
sólo son gotas. Pero el místico se ha convertido en océano, de ahí que el
silencio se convierta en su canción. Todas las palabras parecen tan impotentes,
nada parece capaz de transmitir su experiencia a alguna forma de comunicación. Y
el océano es tan vasto y él es continuamente uno con él; naturalmente, él mismo
olvida que está separado.
Para crear, tienes que estar allí para crear. Para cantar una
canción, tienes que estar allí. Pero el místico se ha convertido en la
canción.
Su presencia es su poesía. No puedes imprimirla, no puedes
pintarla, sólo puedes beberla.
Comunicarse con un poeta es una cosa, pero estar en comunión
con un místico es totalmente diferente. Pero es bueno empezar con los poetas,
porque si tú no eres capaz de absorber gotas, entonces el océano no es para ti.
O mejor dicho, tú no eres para el océano.