El mundo de nuestras experiencias, el mundo de nuestros
placeres corporales, el mundo de nuestra mente, sus vuelos... "¿Cómo podría
irme? Tanta belleza por un lado -que es tangible- que puedo tocar, que puedo
sentir, voy a dejar todo esto por algo desconocido, intangible, invisible".
Puedes imaginar, poniéndote en su lugar, el corazón se rompería a pedazos. Sería
casi la angustia de "¿Ser o no ser?" porque todo lo que eres. Tus raíces, están
aquí en la tierra. Si todo el mundo se queda impresionado por el yoga -¿qué
piensas tú?- por todos lados habría escenas tan grandiosas. Escuché que cuando
Pandit Jawaharlal Nehru era el primer Ministro de la India, estaba muy
interesado por el yoga; especialmente pararse sobre su cabeza todos los días
temprano a la mañana.
Un burro -no era un burro cualquiera- recuerden, era el líder
de todos los burros de la India, fue a verlo porque los burros no están
representados en las asambleas y el parlamento y, ¡ellos también tienen
derechos! Así que él estaba como delegado, pensando que temprano a la mañana
sería bueno porque la gente todavía no está cansada, los problemas de todo el
día todavía no están presentes, uno está fresco y Jawaharlal estaba haciendo su
Shirshasana, su parada de cabeza, en el jardín de su residencia. Por supuesto,
había dos policías parados en la puerta.
El burro primero pensó: "¿Debería preguntar o simplemente
paso?" Dijo: "Si pregunto puede haber problemas", y los dos policías no
repararon en el burro; si entra no hay problemas, dejémoslo entrar.
Fue directamente donde Nehru estaba parado de cabeza. Miró a
los ojos de Nehru. Nehru dijo: "Dios mío ¿Qué te ha ocurrido? ¿Porqué estás
parado al revés?" ¡Nehru le preguntó al burro! Es bueno que... De otro modo
encontrarías a los burros parados sobre su cabeza y cualquier cosa es posible
porque en el yoga...
En el momento que preguntas cómo hacer para desprenderte de tu
propia miseria tú sabes perfectamente que no quieres desprenderte de ella,
porque no hay ninguna razón. Si no deseas ser miserable, es muy simple, no te
sientas miserable. Yo simplemente decidí. Y han pasado treinta y cinco años; no
me he sentido miserable, aunque todo el mundo está tratando de hacerme sentir
miserable. Pero deberían acordarse que es imposible. Una vez que he decidido, he
decidido.