Pero esto es simplemente un juego.
En la experiencia real sucede de la misma forma. Cuando están
saliendo del inconsciente habrá un período que solamente puede ser llamado
"período de niebla". Todo es poco claro, rodeado de niebla.
Las puertas de su corazón fueron entonces abiertas de par en
par y su gozo voló lejos sobre el mar. Cerró sus ojos y oró en los silencios de
su alma.
En el momento en que él vio que el barco había arribado, que se
estaba acercando, las puertas de su corazón se abrieron de par en par. Si
ustedes pueden esperar silenciosamente, un día el huésped va a golpear a
vuestras puertas; el barco va a arribar. Ha arribado siempre sin excepción. La
prueba y evidencia de que no estás soñando, de que no estás alucinado, es que de
repente, por primera vez, verán las puertas de sus corazones abiertas de par en
par.
Hasta ahora, lo que ustedes se acostumbraron a decir "Yo estoy
abierto", era simplemente superficial, pero ahora la felicidad de ir de vuelta
al hogar es tanta que la fuerza de esa felicidad, la abundancia de la felicidad,
abre de par en par las puertas del corazón.
Tu corazón es una semilla.
Cuando abre sus puertas con felicidad, se convierte en una
flor. Has arribado a tu hogar.
Ha habido muchas noches negras y muchas angustias y muchas
pesadillas, todo esto ha terminado. Tu felicidad es tanta, que se desparrama
sobre todo el océano. Es oceánica. Este es el sentimiento que William James
llamó oceánico.
Solamente un psicólogo de este siglo ha tocado una pequeña
parte del hombre interior, y ese hombre no es Sigmund Freud, ni es Alfred Adler,
ni es Carl Gustav Jung. Ese hombre es William james, del cual nadie se preocupa.
El define la experiencia religiosa como "oceánica". No puede ser simplemente
lógica. No puedes llegar a la palabra "oceánica" a través de la lógica, a través
de la razón, a través del psicoanálisis. A menos que este hombre haya sentido
algo tan grande, tan vasto que no ha podido encontrar ninguna palabra en el
lenguaje...