Dejo a la consideración del lector si semejantes tendencias se
desarrollaron durante su aventurera juventud lanzada a los cuatro vientos. Su
padre, hombre instruido, no dejaba de consolidar aquella perspicaz inteligencia
con estudios continuados de hidrografía, física y mecánica, acompañados de
algunas nociones de botánica, medicina y astronomía.
A la muerte del digno capitán, Samuel Fergusson tenía veintidós
años de edad y había dado ya la vuelta al mundo. Ingresó en el cuerpo de
ingenieros bengalíes y se distinguió en varias acciones; pero la existencia de
soldado no le convenía, dada su escasa inclinacion a mandar y menos aún a
obedecer. Dimitió y, ya cazando, ya herborizando, remontó hacia el norte de la
península india y la atravesó desde Calcuta a Surate. Un simple paseo de
aficionado.