-No existen fantasías prohibidas, Nina. Las fantasías son
fantasías. Algunas podemos llevarlas a la realidad, otras no. No porque no
podamos, claro está -la tranquilicé.
-¿Qué piensa usted del...? -dejó la pregunta inconclusa.
-¿Qué pienso acerca de qué?
-Del... -vaciló, volvió a respingar como si juntara fuerzas y
por fin lo dijo: -Del incesto.
-Bueno, Nina, verás -expliqué-. La relación incestuosa es mal
mirada y según algunos denota una deformación y desviación psíquica de las
conductas sexuales de las personas que lo practican. Sin embargo, a través de la
historia, las relaciones incestuosas siempre han existido.
-Pero ¿es una anormalidad, verdad? ¿Es una perversión, eh?
-preguntó, con ansiedad.