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–¿Eso significa que perteneces al mundo de la magia? –le preguntó ansioso Gabriel.
–Sí, en cierto modo –respondió Prem–. Las reglas de convivencia que nos rigen son muy estrictas. Una de ellas es la de contar con el consentimiento de un superior para cualquier iniciativa que pudiéramos querer emprender.
–Pues bien. Yo quería organizar una iniciativa en vuestro plano físico por ser más fácil y entonces... me introduje en tu sueño, Axel. Y el introducirse en los sueños ajenos es una acción totalmente prohibida en nuestra dimensión. Ése es el delito que cometí.
–Pero, ¿por qué? Si lo único que hacías era observar –respondió.
–Es verdad, pero nuestras reglas dicen que los sueños son experiencias personales íntimas que no deben ser profanadas.
Con todo y pese al drama que suponía para Prem verse confinado a un mundo extraño, era para Gabriel y Axel un hecho afortunado el contar con un ser allegado a un mundo al que anhelaban acceder. Conmovidos por el modo afable del duende le mencionaron el sueño de Gabriel y la razón por la cual se encontraban en el bosque.
–¡Ah... comprendo! –dijo Prem luego de haber escuchado el relato–. Entonces estáis en procura de aventuras como resultado de una iniciativa, ¿verdad?
–Podría decirse –respondió Gabriel–. Nuestro propósito es el de experimentar aventuras en tu mundo. Pero cuéntanos... ¿Cómo fue que arribaste tú a nuestra dimensión física?
Prem entonces les explicó que esa transgresión fue considerada una falta grave y por ser la segunda vez que incurría en esa prohibición, el castigo tenía que ser severo y debía ser ejemplar, lo que no era poco, ya que el destierro temporal consistía en ser expulsado de su propio mundo, de la dimensión astral o etérica y ser transmutado al plano físico más denso y compacto, con todos los riesgos y peligros que ello implicaba y cuya duración nadie podía estimar, a excepción de un consejo de ancianos. Ellos tenían la potestad de aplicar la visión remota y hacer el seguimiento del castigado y que sólo las buenas acciones que mediaran durante el período de sanción podrían llegar a conmutar o eximirle del resto del castigo.
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