Pocos metros adelante cruzamos la línea alemana y allí estaba
la casa de mi abuela; o mejor dicho lo que quedaba de ella. En las paredes
exteriores había doce grandes agujeros de la artillería pesada, cada uno medía
por lo menos dos metros y medio de diámetro. Adentro solamente encontramos
escombros.
La casa se encontraba justo en la línea del frente y fue usada
de retrete por los dos ejércitos; estaba llena de roña. De los muebles quedaron
solamente astillas. No quedo ni un vidrio en las ventanas, tampoco vajilla, nada
quedó entero.
Sin embargo, pasaron cosas inexplicables. Al lado de una
vitrina totalmente destruida se encontraba intacta una gran puerta de cristal.
No entiendo como pudo pasar esto. Todos los muebles fueron destruidos, solamente
quedaron péquenos pedazos de madera sin embargo, el cristal quedo entero.
En la cocina encontramos algunas tazas, que a primera vista
parecían estar enteras; sin embargo, al tocarlas se convertían en polvo; por el
efecto de las explosiones. No encontramos nada de comer y desde ya no habia
electricidad ni agua.