Nuestra prolongada estada en la región de los Macusi, nuestro trato casi ininterrumpido con ellos no sólo nos permitió conocer a fondo sus costumbres, hábitos e idioma, sino también familiarizarnos más con su carácter, lo cual fue imposible con las demás tribus pues permanecimos entre ellos unos pocos días, a lo sumo algunas semanas. Sus lenguas fueron pues del todo ininteligibles para nosotros y sólo conocimos de su vida en general aquello que la experiencia puso a nuestro alcance. No obstante, ese poco nos permitió establecer como un hecho indudable que, así como los habitantes de América del Sud difieren muy poco entre sí en cuanto a su conformación física, también se advierte en ellos en líneas generales bastante similitud en cuanto a sus aptitudes intelectuales y su carácter. Por lo tanto, considero apropiado abarcar aquí en un todo las experiencias recogidas en relación con la vida social, moral y espiritual de los Macusi y al mismo tiempo señalar las diferencias que nos llamaron la atención en otras tribus.
Ya he mencionado en otro lugar que los Macusi se cuentan aún hoy entre las tribus más numerosas y poderosas de la Guayana británica y que en número de unas 1.500 almas habitan en las sabanas entre el Rupuriuni, el Parima, a lo largo del Pacaraima y la cadena de Canucu. La tribu principal que los agrupa alcanzaría a unos 3.000 individuos. También he señalado el carácter amistoso, pacífico, complaciente y, afable de los naturales y en particular su amor por el orden y el asco, una cualidad bastante rara.