Es decir que será importante que el paciente asuma un rol
activo frente al control de la enfermedad. El tema central en todos los casos
será lograr una educación para la salud y no para la enfermedad, evitando de
esta manera los temidos intentos suicidas debido a la posible aparición de
ansiedades de muerte.
También fue posible observar que estos pacientes se sienten
discriminados socialmente, a nivel laboral, por ejemplo; es necesario que un
paciente con diabetes conozca sus derechos para evitar la autosegregación; se
reduce de esta manera el estrés, los sentimientos de inseguridad y de
minusvalía.
Si el paciente puede lograr una vida activa e independiente,
conseguirá alcanzar una sensación de bienestar que facilitará su integración
social.
Poder vivir armónicamente con esta patología, implica recorrer
diferentes etapas; luego del diagnóstico, estos momentos serán vividos por el
sujeto de diferente manera, de acuerdo a un tiempo propio e individual.
En esta investigación sólo se incluyó a personas adultas, por
lo que sería importante en investigaciones futuras, realizar trabajos en los que
se incluyan niños y adolescentes para poder observar cómo juegan algunas de las
diferentes variables en estudio.
La situación económica del paciente también influye, ya que la
diabetes es una enfermedad para toda la vida y tener una obra social puede
ayudar a un mejor control, aunque además pueda acceder a instituciones públicas
de salud para recibir educación diabetológica.
El rol del psicólogo es de suma importancia para ayudar al
paciente a "negociar" con su enfermedad. Será importante que el paciente
desarrolle conductas de autocuidado y que logre un adecuado locus de control
tanto interno como externo que ayudarán a manejar la enfermedad logrando una
aceptable calidad de vida.