Es posible que el estrés más importante sufrido por un paciente
diabético, lo constituya sin duda su propio diagnóstico, ya que al informarse
conocerá la naturaleza crónica de esta patología, sus restricciones y a la vez
sus posibles complicaciones.
La posibilidad de aceptación de la enfermedad, es la que pondrá
en marcha estrategias de afrontamiento útiles para enfrentar esta patología.
Enfermar puede ser considerado como una "pérdida" que produce
una fase de choque en el sujeto, que puede durar horas o días, continuando luego
un período de desesperación que lleva a tomar conciencia real de la pérdida, lo
que implica un proceso de duelo por capacidades que es probable que se vayan
perdiendo a través del tiempo en el curso de la enfermedad.
Por ello se propone que el paciente debe ser atendido en sus
aspectos médicos, psicológicos y nutricionales, de lo contrario pueden aparecer
limitaciones en sus proyectos de vida.
Los pacientes diabéticos presentan dificultades para asumir
nuevos hábitos alimentarios y sanitarios, al igual que con respecto a la
medicación y los controles correspondientes.
Se ha tratado de buscar a través del tiempo una descripción
caracterológica única que se adapte a los pacientes diabéticos y la única
característica encontrada fue la incapacidad para cumplir con su
tratamiento, de ahí la necesidad de ser apoyados terapéuticamente.
En el presente estudio fue posible observar que estos pacientes
pasan por sucesivas depresiones y también la aparición de conductas de franca
dependencia. Además, tratan constantemente de negar la enfermedad y esto trae
aparejado el no cumplimiento con el tratamiento estipulado. Lo anteriormente
expuesto fue detectado en la atención de pacientes diabéticos en diferentes
servicios del Complejo Sanitario San Luis. La actitud de aceptación o rechazo de
la patología será un indicador de pronóstico en cuanto a las posibilidades
recuperatorias futuras del paciente diabético.