Los momentos están divididos cronológicamente y cuentan, como un diario de
campo, la experiencia vivida. Los actores y situaciones emergen de lo vivido a
través de la realización de los talleres teóricos y los talleres con y sin
cámara, que se convirtieron en la base de nuestra experiencia.
A lo largo de ésta, utilizamos una cámara que hiciera las
funciones de testigo de lo vivido, con el fin de que en dado momento sirviera
para relatar algún aspecto importante de los talleres, los actores o las
situaciones y, efectivamente, fue usada para contar o describir lo que para
nosotros significó la mirada de los niños a través de la cámara y de su relación
con ella, cómo llegan a construir relatos, cómo la apropian y utilizan y qué
aprendieron de ella. Este es el primer documento audiovisual que presentamos
como un capítulo especial de nuestro trabajo.
Del proceso de los talleres y de las aproximaciones de los niños
con la cámara nació el segundo producto audiovisual, un argumental creado y
realizado por los niños, con nuestra asesoría, que deja ver un poco lo que ellos
quieren contar y cómo lo quieren contar.