https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El águila-mecenas" de Saltikov Schedrin (página 15) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
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El palacio se despoblaba. Sólo quedaban ya los señores-águilas con el buitre y el milano a su servicio. Y en la lejanía, una masa de cornejas que se reproducían desvergonzadamente. Y cuanto más se reproducían, más impuestos sin pagar se acumulaban.

Entonces el milano y el buitre, no sabiendo con quién meterse (las cornejas y los cuervos no contaban) empezaron a meterse el uno con el otro. Y todo a base de las ciencias. El buitre denunció que el milano leía en secreto el Libro de las Horas, y el milano fue a su vez con el soplo de que el buitre tenía escondido en el hueco de un tronco de árbol el Cancionero novísimo.

El águila se turbó. Pero en aquel momento la propia Historia aceleró su curso para poner fin a tal desconcierto. Ocurrió algo extraordinario. Al ver que habían quedado sin vigilancia, las cornejas recapacitaron de pronto: "¿Qué se decía en la cartilla de a kopek sobre el particular?" Y antes de que tuvieran tiempo de recordarlo, instintivamente levantaron el vuelo y huyeron del lugar.

El águila se lanzó en su persecución, pero no pudo alcanzarlas: la vida muelle de terrateniente le había vuelto tan blandengue, que apenas podía mover las alas.

Entonces se volvió hacia su mujer y exclamó:

-¡Esto servirá de lección a las águilas!

Pero en cuanto a qué serviría de lección -si la instrucción era perjudicial para las águilas, o las águilas eran perjudiciales para la instrucción, o, por último, si una cosa y otra a un tiempo-, de esto no dijo ni palabra.

 
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El águila-mecenas de  Saltikov Schedrin   El águila-mecenas
de Saltikov Schedrin

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