-Ese Rip es un hombre que parece estar siempre seguro de
sí mismo, dijo el coronel Gore.
-Y que debe inspirar completa confianza,
replicó
Gilberto Argall; y además, la prima de seis mil piastras es más
que suficiente para excitar su astucia y su celo. El asunto de la
conspiración Chambly le valió sumas importantes, y si es
aficionado a su oficio, no lo es menos al dinero que le produce. Es menester
tomar a ese tipo original cual es, y en verdad que nadie como él es capaz
de apoderarse de Juan-Sin-Nombre, si éste es hombre que se deje
prender.
El general, el ministro y el coronel se despidieron entonces de lord Gosford.
Después sir John Colborne dio orden al coronel Gore de partir
inmediatamente para Montreal, en donde les esperaba su colega el coronel
Witherall, encargado de prevenir, para impedirlo, cualquier movimiento
insurreccional en las parroquias.