Urgía, pues, tomar prontas disposiciones:
-¿Ha sido visto en Montreal el señor de
Vaudreuil? preguntó lord Gosford.
-Según noticias, no ha abandonado su residencia de
Montcalm, respondió Gilberto Argall; pero sus amigos Farran, Clerc y
Vicente Hodge le visitan con mucha frecuencia y están diariamente en
relación con los diputados liberales, particularmente con el abogado
Gramont de Quebec.
-Si el movimiento estalla, dijo sir John Colborne, no cabe duda
de que ellos son los instigadores.
-Si vuestra señoría los mandase prender,
añadió el coronel Gore, pudiera suceder que la conspiración
se frustrase.
-Si antes no empezaba el motín, respondió el
Gobernador general.
Y volviéndose hacia el ministro de Policía:
-Si no me equivoco, dijo, el señor de Vaudreuil y sus
amigos han figurado ya en las insurrecciones de 1832 y de 1835.