En todo el mundo, la gente está luchando para ser libre
de algo. La lucha puede ser contra una esposa regañona, o un marido que
controla, o un padre dominante, o un jefe que anula nuestra creatividad. Mi
lucha fue ya sea una pelea contra un sistema político represivo, o un esfuerzo
por liberarme de mis condicionamientos de la infancia a través de innumerables
terapias. Esta lucha no me hizo libre; sólo fue una reacción contra algo que
pensaba, que no me estaba permitiendo ser libre.
La libertad de la meditación tampoco es una búsqueda para
lograr libertad para algo. ¿Cuántos de nosotros soñamos con encontrarnos
en alguna situación o utopía, que nos permita relajarnos y ser simplemente
nosotros mismos, libres de la competitividad y de las tensiones de la vida
diaria? Mis experiencias me han demostrado que la libertad que buscamos no
depende de algo fuera de nosotros mismos.
Así que, ¿cuál es la libertad que anhelamos? He oído a Osho
describirla como: 'simplemente libertad'; vivir en el aquí-ahora, momento a
momento, no en la memoria ni en la opresión del pasado, ni en los sueños del
futuro. Él ha dicho:
"Comiendo, simplemente come, estate allí. Caminando,
simplemente camina, estate allí. No te adelantes, no saltes de aquí para allá.
La mente siempre se adelanta o se queda atrás. Permanece en el momento".
Muchos de nosotros, por cierto, hemos experimentado lo que Osho
dice sobre la mente. La mente está siempre saltando hacia adelante o quedándose
atrás, pero nunca está en el momento: es un constante parloteo. Cuando este
parloteo ocurre, nos roba la posibilidad de estar en el momento y vivir la vida
totalmente. ¿Cómo podemos vivir totalmente, si nuestra mente está hablándose a
sí misma, aún mientras estamos ocupados con nuestras actividades diarias?