-Buen día.
-Buen
No terminó la frase, mejor no lo saludaba, él tampoco insistió
y bajaron en silencio mirando al suelo. ¿Sería cierto?, con la cara de bueno que
tenía, igual al tío Manuel. Al llegar a la planta baja la dejó pasar primero y
tuvo que refrenar el impulso de darle las gracias. Quizás con esas mismas manos
que le abría la puerta.
Se obligó rápido a cambiar de tema, ¿en que estaba pensando
cuando llegó el ascensor? Ah sí en los chicos, en lo bien que se llevaban, en
que la última vez que Juampi y Lucio se pelearon debe haber sido a los catorce o
quince del mayor y después ya nunca más, por supuesto que por momentos discutían
pero siempre andaban juntos, cada uno era el mejor crítico del otro, Juampi no
daba por terminada una obra hasta que Lucio no opinaba y Lucio no presentaba un
proyecto si su hermano no daba primero el visto bueno. Laura protestaba a veces
simulando que estaba celosa de su cuñado, decía que mientras su marido tuviera a
Lucio ya no necesitaba de nadie pero era una broma porque se llevaban bárbaro
los tres, había que ver la chochera que tenía el tío con los chicos y ellos con
él.
-¡Pedazo de bestia! -gritó sacando la cabeza por la ventanilla
tras esquivar un colectivo que se le tiró encima, cada vez manejan peor estos
animales, total qué les importa, si matan a alguno paga el seguro pero si tardan
con el recorrido les cobran multa.