Llegamos a la personalidad. El descubrimiento de la
personalidad es uno de los acontecimientos de la psicología más
destacados del siglo actual. La personalidad, dejando de lado todo lo
demás que pueda ser, constituye la unidad fundamental y concreta de la
vida mental que tiene formas categóricamente singulares e individuales.
En el transcurso de los siglos los hombres no dejaron de describir y explorar
este fenómeno de la personalidad individual. Fue motivo de interés
para los filósofos artistas y los artistas filósofos.
Los psicólogos salieron tarde a la escena. Podría
decirse que comenzaron con dos milenios de retraso. La obra de los
psicólogos fue hecha por otros, que la hicieron espléndidamente.
Con sus antecedentes escasos y recientes, los psicólogos parecen intrusos
presuntuosos. Y eso es lo que opinan de ellos muchos eruditos. Stephan Zweig,
por ejemplo, hablando de Proust, Amiel, Flaubert y otros grandes maestros de la
descripción, dice: "Escritores como éstos son gigantes de la
observación y la literatura, mientras que en la psicología el
campo de la personalidad está en manos de hombres inferiores, meras
moscas, que tienen el ancla segura de un marco científico para ubicar sus
insignificantes trivialidades y sus pequeñas herejías".
Es verdad que junto a los gigantes de la literatura, los
psicólogos, que se dedican a presentar y explicar la personalidad,
parecen ineficaces y a veces un poco tontos. Sólo un pedante puede
preferir la árida colección de hechos que ofrece la
psicología acerca de la vida mental del individuo, a los gloriosos e
inolvidables retratos de los novelistas, dramaturgos y biógrafos
talentosos. El artista de las letras crea sus relatos; el psicólogo no
hace más que recopilar los de él. En un caso emerge una unidad,
consecuente consigo misma a pesar de sus sutiles variaciones. En el otro caso se
va acumulando un pesado conjunto de datos deshilvanados.
Un crítico hizo una observación áspera.
Cuan do la psicología habla de la personalidad humana, expresó, no
dice más que lo que siempre dijo la literatura, sólo que lo hace
con menos arte.