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Subhuti era uno de los discípulos de Buda.

Buda tenía miles de discípulos. Subhuti era sólo uno de ellos. No tenía nada especial. En realidad nadie sabe gran cosa de él, pues ésta es la única historia en la que se le menciona. Había otros discípulos renombrados y famosos, grandes eruditos; había príncipes que renunciaron a sus reinos y los abandonaron para hacerse discípulos de Buda; eran hombres importantes, pero no llovieron flores sobre ellos. Las flores eligieron a Subhuti, que era sólo un discípulo más, sin nada especial.

Pero es que sólo entonces llueven flores; de otra forma, si te sientes especial alrededor de un Buda, ¡te equivocas! Puedes sentirte lleno de ego por estar cerca de un Buda, puedes crear una jerarquía, o pensar, "Yo no soy un discípulo ordinario, soy algo especial: soy el siguiente a Buda. Los demás son sólo ordinarios, una multitud, pero yo no soy una multitud, yo tengo un nombre, una identidad propia. Ya antes de venir a Buda era alguien". Y así sigues siendo alguien.

Sariputta vino a Buda. Cuando vino lo hizo con quinientos discípulos propios. Era un maestro. Por supuesto, un maestro no iluminado, que no sabía nada, pero que creía que sabía porque era un gran erudito y conocía todas las escrituras. Había nacido brahmín y tenía mucho talento, un genio. Desde su misma infancia destacaba por su gran memoria: podía memorizar cualquier cosa. Sólo tenía que leer una escritura una vez, y ya estaba memorizada. Era conocido en todo el país. Cuando vino a Buda era alguien. Se hizo discípulo de Buda pero siguió siendo alguien. Ese "ser alguien" se convirtió en la barrera.

Estos dioses parecen ser muy irracionales: han elegido a un discípulo, Subhuti, que era sólo uno entre la multitud, sin nada especial. ¡Estos dioses parecen estar locos! Deberían haber elegido a Sariputta; pero no fue así. No eligieron a Ananda, el primo-hermano de Buda, la sombra de Buda durante cuarenta años. Durante cuarenta años no estuvo ni un momento lejos de Buda. Dormía en la misma habitación, le acompañaba a todas partes. Era la persona más conocida. Todas las historias que contó Buda, comienza diciéndoselas a Ananda: "Ananda, sucedió así...", "Ananda, sucedió una vez...", "Ananda" y "Ananda" y "Ananda". Sin embargo, estos dioses locos no le eligieron a él, sino a Subhuti, ¡un don nadie!

 
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...y llovieron flores de  Osho   ...y llovieron flores
de Osho

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