https://www.elaleph.com Vista previa del libro "...y llovieron flores" de Osho (página 3) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Lunes 29 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  (3)  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20 
 

A no ser que caigan sobre ti, no puedes verlas; y cuando las veas cayendo para ti, verás que han estado lloviendo para todos los Budas, para todas las almas iluminadas.

La primera verdad es que a la Existencia le importa lo que te sucede. La existencia está orando continuamente para que te suceda lo Supremo. De hecho, tú no eres otra cosa que una mano extendida por la Totalidad para alcanzar lo supremo. No eres otra cosa que una ola que viene de la Totalidad para tocar la luna. No eres otra cosa que una flor abriéndose, para que la Totalidad se llene de fragancia a través tuyo.

Si puedes abandonarte a ti mismo, esas flores pueden llover esta misma mañana, en este mismo momento. Los Dioses siempre están dispuestos. Sus manos siempre están llenas de flores. Simplemente observan y esperan. Cuando alguien se vuelve un Subhuti -vacío; cuando alguien está ausente, de pronto empiezan a caer flores.

Éste es uno de los hecho básicos. Sin darse cuenta de ello no hay posibilidad de confianza. Sin ello no hay posibilidad de que alguna vez alcances la Verdad. A no ser que la Totalidad te ayude, no hay posibilidad de que la alcances. ¿Cómo vas a alcanzarla? Y ordinariamente nuestras mentes piensan justo lo contrario. Pensamos en la Totalidad como en el enemigo, no como el amigo, nunca como la madre. Pensamos en la Totalidad como si la Totalidad estuviera tratando de destruirnos. Miramos a la Totalidad a través de la puerta de la muerte, no a través de la puerta del nacimiento. Pareciera como que la Totalidad está contra ti, luchando contigo, no permitiéndote alcanzar tus metas y propósitos, no permitiéndote tu plenitud. De aquí que continúes haciéndole la guerra continuamente. Y cuanto más luchas, más verdadera te parece tu falsa idea; porque si luchas, tu propia lucha te retorna reflejada en la Totalidad.

La Totalidad te apoya, recuerda. Incluso cuando luchas, la Totalidad te apoya. Incluso cuando luchas y estás equivocado, la Totalidad de apoya. Ésta es la segunda verdad que hay que comprender bien. Si no lo comprendes, te será difícil continuar. Incluso cuando luchas con la Totalidad, la Totalidad te apoya; porque la Totalidad no puede hacer otra cosa que apoyar. Si te descarrías, aún la Totalidad te cuida. Incluso si te descarrías, la Totalidad va contigo. Si un niño se descarría, la madre aún se interesa por él. Si el niño se vuelve un ladrón y está enfermo, la madre aún le cuidará, nunca le dará veneno. Si el niño se descarría completamente, por el mal camino, la madre aún orará por él. Ése es el significado de la historia de Jesús sobre los dos hermanos.

 
Páginas 1  2  (3)  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13  14  15  16  17  18  19  20 
 
 
Consiga ...y llovieron flores de Osho en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
...y llovieron flores de  Osho   ...y llovieron flores
de Osho

ediciones Mutar

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com