https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Convergencias del destino" de Alberto Cam (página 6) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Domingo 19 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  (6)  7 
 

?Lo siento, -dijo- en el establecimiento de campo donde me crié, no se movía el piso bajo mis pies.

?Con respecto al mareo en navegación, -comentó Herbert- si le preguntas por un remedio a cien marinos, tendrás cien recetas distintas; por otro lado, no es ningún deshonor marearse, han habido, grandes almirantes y capitanes que se mareaban en el mar.

Mi padre, que se jubiló como marino, me dijo que en un alto porcentaje, es psicológico.

Él también tenía su secreto para que el movimiento del mar no le afecte; era cuestión de mentalizarse, -decía- como si tú fueras una parte fija del barco, por lo tanto tu cuerpo sigue todos los movimientos de este; ahora, si se presenta una combinación de rolido y cabeceo, que es lo más bravo, debes hacer de cuenta que tienes a una linda chica tomada por la cintura y estás bailando un vals, con los movimientos totalmente sincronizados, pero yo creo que el barco es una chica bastante gorda y me cuesta imaginarlo, agregó bromeando.

Los dos primeros días, Harry los pasó muy mal, aún poniendo en práctica todos los consejos que le dieron los compañeros de la tripulación; pero poco a poco su sentido del equilibrio fue acostumbrándose a los movimientos del mar y al cuarto día ya no sentía los efectos del mareo y le volvió el apetito.

Él nunca había pensado buscar trabajo en el mar; lo hizo por necesidad, el mismo hombre que le había recomendado el hospedaje en Southampton, lo recomendó a la empresa naviera donde él era conocido por haber viajado varias veces entre Argentina e Inglaterra. Casualmente tenía pasaje de regreso en el Bretaña, su nombre era Mario Díaz Deward, era argentino por su padre y británico por su madre, se desempeñaba como ingeniero de mantenimiento en un gran frigorífico en la ciudad de La Plata; en esta oportunidad había viajado para interiorizarse sobre la instalación de nuevas máquinas envasadoras, para el frigorífico.

Harry había congeniado con el alemán Herbert. Cuando ambos se encontraban, por cubierta o bien en el dormitorio, conversaban como dos buenos amigos, se comentaban detalles de sus vidas, pasadas y presentes; de sus respectivos padres; ambos eran huérfanos de madres. Harry le contó que cuando salió de su casa, lo hizo en busca de un futuro mejor que el que le ofrecía la vida en el establecimiento de su padre y ahora, en busca de su destino, se dirigía a Sudamérica, cosa que nunca se le había ocurrido.

A los doce días, el Bretaña , hizo su primera escala en Santos, puerto del Brasil donde descargó productos químicos de Alemania. Veinticuatro horas después, estaba nuevamente en navegación con rumbo a la ciudad de Buenos Aires. En los puertos argentinos generalmente volvía a llenar bodegas con lanas, carnes y demás productos del campo.

En este último tramo, a Herbert, se le intensificó el trabajo, su responsabilidad a bordo era la de controlar las bombas para lavar bodegas.

La noche anterior a la llegada; el joven alemán le confesó a Harry, su intención de pedir la baja, para quedarse en este país.

?Me han comentado que los argentinos, si bien no han participado en la Gran Guerra, también fueron víctimas de los efectos de la crisis mundial iniciada por aquella; pero debido a las grandes extensiones de sus praderas, pampas creo que las llaman; la explotación agropecuaria fue el motivo que a este país hoy lo llamen, "El granero del mundo". Aún hay mucho por hacer y las posibilidadespara hombres jóvenes y que acepten sacrificarse un poco, son inmejorables.

 
Páginas 1  2  3  4  5  (6)  7 
 
 
Consiga Convergencias del destino de Alberto Cam en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Convergencias del destino de Alberto Cam   Convergencias del destino
de Alberto Cam

ediciones Deauno Documenta

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com