VIII
Al
cabo de 15 minutos llegaron dos científicos más, llevando un transportador para
David, que inmediatamente le fue instalado y todos juntos emprendieron el
regreso a las montañas.
La
prioridad en los laboratorios que se instalaron en una cueva de la montaña, fue
tratar de saber con qué podrían hacer frente al DEPREDADOR y evidentemente
derrotarlo.
Hamilton
y Marion aprovecharon su visita al cráter para recoger unas muestras del suelo
que junto con la materia pegada a las botas de David podría servirles para
empezar la laboriosa investigación.
Después
de infinidad de pruebas, ninguna dio resultados positivos, tanto así, que
algunos ya se daban por vencidos; cuando recibieron una llamada por un celular
procedente de alguna ciudad del planeta.
-¡Aquí
el observatorio astronómico del monte de los marranos!
»Hemos
detectado una fuerza destructiva de un depredador espacial, que se alimenta
atravesando con su masa transparente a todo lo que posee energía y respira aire
no contaminado.
»Se
ha comprobado y suponemos que ustedes también, que no existe forma ni modo de
eliminarlo. A excepción de algo que ya era de esperar.
»Tomen
buena nota, se trata de lo siguiente:
»Ese
depredador se caracteriza por alimentarse de fuentes de energía producidas por
aire NO contaminado; aquí está la solución. Sólo hará falta tener un poco más de
paciencia, y dentro de muy poco, cuando todo esté ya contaminado al cien por
cien, cuando el agujero de la capa de ozono sea tan grande que pasé por ahí sin
rozarla el Depredador que nos atañe, habrá llegado el día de la aniquilación del
depredador, entretanto, para abreviar y llegar lo más pronto al feliz día, se
aconseja a todo ser viviente, que:
-Contamine
todo lo que pueda
-Que
los muertos los dejen al aire libre.
-Que
todos los despojos de animales muertos, los echen a los
ríos.
-Que
en vez de electricidad, quemen bosques y todo lo que el otoño
mata.
-Que
todos los desagües vayan a parar a los ríos, y como los ríos van al mar, tema
resuelto.
-Que
en cada ciudad del planeta se instalen cagaderos y vomitorios en las plazas
públicas, y se canalicen hacia los ríos.
-Y
por último prohibir a todo ser viviente que defeque y vomite en su casa, que
aproveche las instalaciones públicas.
»Si
se cumplen estos requisitos, será la aniquilación del depredador que será
sustituido por millones de depredadores, con la diferencia que estos serán
humanos.