https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El portamonedas" de Tony Revillon | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Domingo 28 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas (1)  2  3 
 

Es sábado, han dado las siete, la nochebuena va a empezar. Los capataces han pagado a los operarios. Los obreros se agrupan en el umbral de la taberna. Se trata de arreglar la cuenta de la semana. Beben el vermouth, deseándose buenas Navidades; la perspectiva de la fiesta anima los rostros y suelta las lenguas. Aquel es un buen momento.

La obscuridad es profunda, y el frío aprieta. Hay que volver a casa.

Pedro es el último que sale de la taberna. En la acera tropieza con un objeto. Se inclina para ver...

Es un portamonedas.

Un viejo portamonedas de cuero pelado ya, resorte cubierto de herrumbre, aspecto miserable: el portamonedas de un pobre.

-¿Por qué estará tan pesado? ¿Qué puede contener? Piezas de cobre sin duda...

Pedro abre y mira. Son monedas de cinco francos. Hay cinco.

El obrero vuelve a cerrar el portamonedas; se lo mete al bolsillo, vuelve a la taberna y se acerca al mostrador.

-Aquí tiene usted -dice, -mi nombre y mis señas.

-¿Y qué quiere usted que haga con ellas?

-¡Nada! Pero tómelas de todos modos. Es un capricho.

La tabernera mira al marido. El marido hace señas a su mujer de que hay que mostrarse complaciente con las manías de los parroquianos.

Pedro se marcha satisfecho.

Llega a su casa. Lindo hogar. Los muebles brillan. La mesa está cubierta con un mantel blanquísimo. La mujer prepara la cena. Los niños juegan riendo a carcajadas, junto a la ventana. La mujer es jovencita; los niños rosados y rebosando salud. Todo allí tiene el sello de la vida feliz.

-¡Eres tú, Pedro!

Los chicos corren a la puerta. Se pelean por besar primero al padre. El más pequeño que sólo tiene diez y ocho meses, rueda como una bola por el medio del cuarto.

El obrero se sienta.

-¡Vamos, vengan, muchachos!

Los toma sobre las rodillas, y su mirada pasa de ellos a la esposa.

-¿Por qué vienes tan tarde? Y en nochebuena...

-¡Ah! es que...

-¿Te ha pasado algún percance?

-Un percance no precisamente.

-¡Pero algo te ha pasado, me parece... estoy segura!

-Me he encontrado esto.

-¡Un portamonedas!

El niño mayor toma la palabra:

-No tiene nada de lindo.

-¿Te parece? Y esto, ¿es feo también?

-¡Monedas de cinco francos! ¡Una, dos, tres, cuatro, cinco! ¿Son tuyas no es verdad?.. ¡Desde que te las has encontrado!..

-No, no son mías: son del que las ha perdido.

-¿Lo conoces, papá?

-Si lo conociese hace una hora que tendría su dinero.

-El pobre hombre no debe ser rico, a juzgar por su portamonedas -dijo la madre, -y esos veinticinco francos me parece que representarán toda su fortuna.

La voz de la que habla está conmovida. Los chicos se miran, sin saber si deben reír o llorar.

-Dime, papá, y si no encuentras al hombre, ¿Qué harás con el dinero?

-Lo pondré en un cajón donde quedará sin que nadie lo toque...

-¿ Sin que nadie lo toque... nunca... nunca?...

-Por lo menos durante un año.

-¿Y después del año?

-¿Después del año?.. Pues, lo tomaré y compraré una muñecota grande para Jenny...

-¿Y para mí?

 
Páginas (1)  2  3 
 
 
Consiga El portamonedas de Tony Revillon en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El portamonedas de Tony Revillon   El portamonedas
de Tony Revillon

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com