https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Rob Roy - Tomo I" de Walter Scott (página 6) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Jueves 02 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  (6)  7  8 
 

Saludó con una profunda inclinación para expresar su respetuosa gratitud, pues en aquella época en que la distancia entre inferiores y superiores se mantenía con un rigor desconocido por la nuestra, una invitación como la indicada era un señalado favor.

Aquella comida no se borrará, durante largo tiempo, de mi memoria.

Bajo la influencia de la inquietud que me oprimía y de un concentrado enojo, era incapaz de tomar en la conversación la parte activa que deseaba mi padre, y me ocurrió varias veces que respondí bastante mal a las preguntas con que me abrumaba. Fluctuando entre su respeto al jefe de la casa y su cariño al muchacho que, en otro tiempo, había jugueteado sobre sus rodillas, Owen se esforzaba con el celo tímido del aliado de una nación invadida, en explicar, a cada uno de mis errores, lo que había querido decir, cubriendo mi retirada. Mas semejantes maniobras de salvación, lejos de socorrerme, no hicieron sino aumentar el mal humor de mi padre, quien descargó parte del mismo sobre mi oficioso defensor.

Durante mi estancia en la casa Dubourg, mi conducta no se había parecido, en verdad, a la de

 

Aquel escribientillo que a su padre

con sus necias locuras desespera,

pues era vez de copiar un inventario

sólo versos le inspira su mollera.

 

Pero, hablando francamente, sólo había trabajado lo preciso para conseguir buenos informes del francés, antiguo corresponsal de la casa, encargado de iniciarme en los arcanos del comercio. En mi empleo, me había dedicado, principalmente, al estudio de las letras y a los ejercicios corporales. Este doble género de aptitudes no era antipático a mi padre, ni mucho menos, pues tenía demasiado buen sentido para desconocer que constituyen uno de los más nobles ornamentos del hombre, y estaba persuadido de que añadirían realce y dignidad a la carrera que yo debía seguir. Su ambición rayaba más alto todavía: no me destinaba a sucederle sólo en sus bienes sino también en aquel espíritu de vastas combinaciones que permiten extender y perpetuar un pingüe patrimonio.

Amaba su estado, y éste era el motivo que ponía por encima de todo para obligarme a adoptarlo, sin dejar de tener otras razones cuyo secreto no averigüé hasta más adelante. Tan entusiasta como hábil y audaz en sus proyectos, cada empresa coronada por el éxito le servía de escalón para elevarse a nuevas especulaciones cuyos medios suministraba ella misma. Caminar, como conquistador insaciable, de victoria en victoria, sin detenerse a asegurar el fruto de sus triunfos, y mucho menos a disfrutarlos: tal parecía su destino. Acostumbrado a ver oscilar su fortuna toda en la balanza del azar; fértil en recursos para hacerla inclinarse a su favor, nunca se sentía tan bien, ni desplegaba mayor decisión y energía que cuando disputaba su fortuna a las conmovedoras vicisitudes del acaso. Se semejaba, en ello, al marinero que menosprecia sin cesar las olas y al enemigo, y cuya confianza aumenta en el momento del combate o de la tempestad.

 
Páginas 1  2  3  4  5  (6)  7  8 
 
 
Consiga Rob Roy - Tomo I de Walter Scott en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Rob Roy - Tomo I de Walter Scott   Rob Roy - Tomo I
de Walter Scott

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com