https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Páginas de historia" de Bartolomé Mitre (página 2) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Martes 21 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  (2)  3  4 
 

Lo mismo ocurre con los paisajes, elemento novelesco de capital importancia para los actuales gustos. Lejos de detenerse a pintarlos, (le complacerse en crearlos o reproducirlos según que los; conozca o no, apenas si los describe geográfica, secamente, con cuatro rasgos -que a veces son, sin embargo, de rara eficacia,- como detalle hasta secundario que más bien embarazara que aligerase su narración. Pero, en cambio, lo que consigue con fuerza y brillo singulares es poner de relieve, en plena luz de mediodía, la acción de sus héroes, y por lo tanto su espíritu, su influencia, sus aspiraciones, su nobleza, sus sacrificios.

No son novelas, no, ni tienen la apariencia de tales, aunque su lectura absorba y apasione. No son, pero serán; pues para ello bastará.   diluirlos. De cada uno de esos trabajos saldrá más tarde, a no dudarlo, una novela, pues los que escriben hallarán en ellos la armazón admirablemente construida de otros tantos romances históricos que invitan a ser desarrollados con amplitud. Por otra parte, es lo que ya se ha ensayado públicamente.

Pero dejemos este orden de consideraciones que podría llevarnos demasiado lejos, y permítasenos agregar tan sólo algunas palabras respecto de las diversas monografías que vienen a reunirse y a mostrar por primera vez su conjunto armónico en este pequeño libro.

Comenzaremos por el caluroso é interesantísimo trabajo titulado Los cuentos del Gran Capitán, escrito con motivo del centenario del general San Martín, y que no habrán podido olvidar quienes antes de ahora lo leyeron.

Es una admirable demostración, el alegato más elocuente y persuasivo de la ejemplar honradez que caracterizaba al gran capitán argentino, y en sus páginas vibra algo más que una convicción, vibra un entusiasmo ardiente y santo, contagioso como el de una diana triunfal. De entre esas frases cálidas y varoniles surge resplandeciente la figura del Libertador, envuelta en una nueva apoteosis de gloria, de gloria pura y sin celajes. La modestísima vida de quien a su albedrío podía manejar como propio patrimonio la fortuna pública de países ricos y desorganizados por la guerra, la sencillez espartana del "hijo barato, del héroe barato," elevan aún su acción, pues se ve hasta la evidencia que aquel que fuera en muy tristes e ingratos días " el gran proscrito de ultratumba," desdeñaba la grandeza que no fuese imperecedera e impersonal, tenía en menos la aparente y momentánea grandeza propia, sacrificándola gustoso en aras de la de América toda, de la del continente a que dio libertad, sin tomar siquiera en cuenta que luego tendría que reflejarse también en su memoria veneranda. Se lee con profunda emoción esa página al propio tiempo épica y dolorosa, y cuando se ve a San Martín recibiendo "la limosna de un amigo," se comprende todo el valor de esa alma inmensa como su desencanto ante la ingratitud de los que todo le debían; y no sabemos si habrá alguien que no se sienta sacudido por sentimientos penosos y amargos al leer que "inválido de la gloria," divorciado de la Patria, viudo del hogar, renegado por los pueblos por él redimidos, pisando, enfermo y triste, los umbrales de la vejez, el libertador de medio mundo, tomó a su hija en brazos y se condenó silenciosamente al ostracismo. ¡Su patria le miró alejarse con indiferencia, y casi con desprecio! Este admirable retrato moral de don José de San Martín está complementado con nuevas fases en otras de las monografías del volumen, titulada El pino de San Lorenzo, en el que el General Mitre traza la fisonomía del héroe y relata la batalla de San Lorenzo, describiéndola con gran copia de datos o informaciones, y que el lector cotejará útilmente con la narración que del mismo hecho de armas figura en la Historia de San Martín y de la Emancipación Americana.

Dicho trabajo se escribió con motivo de la repatriación de los restos del gran capitán, a cuya gloria había Regado el momento de la justicia póstuma, es decir, tardía, -como se ve por las siguientes palabras del autor:

"El pueblo de San Lorenzo, en conmemoración de este hecho, depositará sobre los restos expatriados del coronel don José de San Martín, una corona de oro y plata, entrelazada con gajos del histórico árbol, último testigo vivo que queda de tan memorable combate. A la corona, acompañará una plancha de oro, en cuyo centro se ve grabada la imagen del pino, y a su pie, San Martín, solo y sentado. actitud meditabunda, cual si en aquel momento hubiese tenido la visión de sus futuros destinos."

Otros trabajos tienen interés análogo, porque destacan de la penumbra a héroes grandes y modestos de aquellos tiempos que hoy nos parecen legendarios, aunque de ellos no nos separe un siglo todavía. A esa categoría pertenece la silueta del general Las Heras, o mejor dicho, la sintética biografía que del prócer escribió el autor con motivo de haberlo visitado en Chile, en su pobre casa, donde, no sin sorpresa, lo encontró departiendo íntimamente con su ex-enemigo ( porque lo era de la Patria ) el coronel realista don Manuel Barañao, convertido ya a la dependencia de la tierra en que había nacido.

Poniendo frente a la vida de sencillez y de retiro del general Las Heras, del libertador de tres repúblicas, a quien el general Mitre encontraba, sin espada, sin poder y sin fortuna; poniendo frente a la humilde casa colonial "del Bayardo de la República Argentina" la vida indigente y el pobre rancho del Libertador allá en su destierro del viejo continente, el alma experimenta una sacudida, y se siente elevar a regiones más puras. Tanto desinterés, tanta grandeza en la miseria, significan que los espíritus verdaderamente nobles buscan premio más dulce que el oropel, el ruido y la riqueza. Viendo esto se comprende la vida de infatigable obrero del general Mitre. Su alma, conformada ya para tales triunfos sobre la materialidad de las cosas, tenía que reemplace, aún más con estos ejemplos.

Y como se retembló efectivamente, quiso ponerlos vivos y palpitantes ante los ojos de sus conciudadanos, para que la imitaran. Pero... como para toda peculiaridad de la existencia de los hombres, también para esto hay que tener el punto de partida del carácter y la, tendencia... Y, hoy por hoy, esos ejemplos, a los que se agrega el que hasta ayer mismo nos ofrecía el general Mitre, quedan sin imitadores. Al menos, los contemporáneos Do los descubren, y será menester el crisol de las nuevas generaciones para que se destaquen o irradien luz.

Al lado de estos héroes simples en su grandeza, el general Mitre quiso enaltecer, haciéndoles justicia, a otros héroes que, la historia suele desdeñar, y cuyo nombre escapa fácilmente, de la memoria de los pueblos, cuando éstos los han aprendido por casualidad alguna vez.

Así, como ante un toque de reunión ordenado por la gloria, en este volumen aparecen junto a los generales sus soldados, junto a San Martín y Las Heras Los sargentos de Tambo Nuevo y el negro Falucho, fuera de otros humildes hombres de las filas que, como el sargento Cabral, hicieron a la Patria el voluntario y consciente sacrificio de su sangre.

No es sólo un espíritu de justicia lo que guía la pluma del general Mitre al rendir homenaje a estos obscuros colaboradores de la obra de la Independencia. Quiere devolverles, sí, lo que les es debido, en la medida que se les debe, como un padre previsor y filósofo que no exagera ni los defectos ni las virtudes de sus hijos y no se excede ni en el castigo ni en la recompensa. Pero quiere, también, ejemplarizar, y esos relatos legendarios tienden a un fin moral y grande, no son el feliz desarrollo literario de un asunto interesante. Y así, en la introducción de Falucho, le oímos decir:

¡Cuántos sacrificios obscuros, cuántos mártires modestos, cuántos héroes anónimos y cuántos hechos ignorados dignos de eterna memoria, de esos que hacen honor a la humanidad y constituyen. la gloria más excelsa de un pueblo, cuenta nuestra historia militar!

 
Páginas 1  (2)  3  4 
 
 
Consiga Páginas de historia de Bartolomé Mitre en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Páginas de historia de Bartolomé Mitre   Páginas de historia
de Bartolomé Mitre

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com