SIMÓN. - Sí, por cierto... Es muy linda y...
DON DIEGO. - Es muy linda, muy graciosa, muy humilde... Y,
sobre todo, ¡aquel candor, aquella inocencia!... Vamos, es de lo que no se
encuentra por ahí... Y talento... Sí, señor; mucho
talento... Conque, para acabar de informarte, lo que yo he pensado es...
SIMÓN. - No hay que decírmelo.
DON DIEGO. - ¿No? ¿Por qué?
SIMÓN. - Porque ya lo adivino. Y me parece excelente
idea.
DON DIEGO. - ¿Qué dices?
SIMÓN. - Excelente.
DON DIEGO. - ¿Conque al instante has conocido...?
SIMÓN. - ¿Pues no es claro?... ¡Vaya!...
Dígole a usted que me parece muy buena boda. Buena. buena.
DON DIEGO. - Sí, señor... Yo lo he mirado bien, y
lo tenga por cosa muy acertada.
SIMÓN. - Seguro que sí.