Como en el primer tomo, que consiga trasladar al papel las
sensaciones y sentimientos que la apasionante vida de Jesús de Nazaret suscitan
en mi espíritu, es algo que queda por determinar por parte de los posibles
lectores.
Igualmente, no hay ninguna predisposición sobre cada texto, por
lo tanto, tampoco conozco, en este momento, lo que voy a escribir sobre lo que
vaya incrustando en el trabajo.
Como soy consciente de que no todos los lectores de estos
textos conocen los criterios habituales empleados para la verificación de la
historicidad de un hecho o dicho de Jesús (entendemos por historicidad el que el
dicho o el hecho pueda ser considerado como procedente del Jesús histórico, o su
entorno), a continuación reseñaré brevemente lo que se entiende por cada uno de
los criterios usados para este trabajo: