Para tal intención nos apoyamos en el análisis de los
mecanismos de operación que forma cada una de las áreas del tratamiento,
puntualizando los diferentes enfoques y los múltiples problemas prácticos que
traen consigo la multiplicidad de la información, de igual manera, a la luz de
estos datos intentaremos establecer conexiones teóricas y normativas que nos
faciliten comprender la dificultad de observar los mecanismos de
clasificación.
El octavo capítulo que lleva por nombre; Aproximaciones a un
análisis fragmentado de la sanción, en este capítulo continuamos con el análisis
de las prácticas y los procedimientos cotidianos de control, particularmente nos
proponemos el análisis detallado del contenido de los diagnósticos Psicológico y
Médico Psiquiátrico con lo cual demostraremos que no son otra cosa que informes
producto de juicios fragmentados de quienes en un contexto de la simulación del
tratamiento, se encuentran atravesando por múltiples contradicciones y falsos
dilemas de calificación y evaluación del progreso de los internos sometidos al
tratamiento.
Se trata de un poder oculto que mencionamos en apartados
anteriores, que no solo obra con la clausura del cuerpo, sino por exclusión
mediante el uso indiscriminado de conceptos y categorías impuestas por la
psicología, los cuales se encuentran llenos de contradicciones al estar dotados
de una buena carga moralista. Tal sería el caso del tatuaje, la discapacidad
física, la preferencia sexual y la supuesta peligrosidad. En suma mostramos cómo
estos diagnósticos, más que ser calificativos producto de exhaustivas
exploraciones médicas, psicológicas y psiquiátricas, son el resultado de pautas
de orientación que permiten definir comportamientos catalogados como anormales.
Son estigmas, los cuales son tomados como indicadores para definir los rasgos de
personalidad del infractor de la Ley.
Abordamos también la visión simbólica que adquiere el espacio
físico para el interno, y su relación con otros elementos constituyentes de este
universo simbólico, como es la reja, la celda, el patio y el lenguaje. El
conjunto de estas categorías nos permiten identificar el significado que
adquiere el tiempo como instrumento de control y de castigo, se trata de
demostrar que la nueva forma de castigo, es expresada mediante el tratamiento,
tras el cual viene la condena al tiempo muerto, a la ociosidad.