Ana se había quedado perpleja pues no sabía por qué Alejandro
actuaba así.
-No tienes que hacer eso para impresionarme -le argumentó
sonriendo-. Sé que si no te hubieras dedicado a la escultura hubieras sido un
gran maestro de la lengua.
Ambos se echaron a reír.
-¡No, no es eso! -explicó Alejandro- Mira, esto es todo lo que
aprendí en la Facultad, ¡un montón de palabras raras!
-Ya lo veo.
-Pero es gracioso ver las reacciones de las personas cuando les
preguntas si conocen el significado de tal o cual palabra.
Ana se enderezó sobre su silla y colocó sus manos en su
cintura.
-¡Ajá! Así que lo haces para burlarte de la gente.
-¡No, no! Es sólo una manera de ponerle algo de humor a la
plática. Algunas personas cuando les pregunta si saben lo que significa "equis"
palabra ponen cara de asombro, otros se molestan, otros contestan tímidamente
que sí saben y esperan el momento que dejes de hablar con ellos para socapa
saltar sobre un diccionario. Nadie quiere parecer inculto o ignorante ante
otros, muchos prefieren quedarse con la duda antes de aceptar la ignominia de
que no conocen el significado del término. Sin embargo lo importante aquí es la
comunicación, ese fenómeno tan frustrante entre los seres humanos. Alguna vez
leí que lo que en realidad transmitimos a otros mediante el lenguaje oral o
escrito son tan sólo signos a los que a lo largo de tu vida les vas dando
sentido asociándolos con ideas o conceptos, pero la idea en sí misma no la
puedes transmitir como tal, estamos confinados a una angustiante soledad de
pensamientos y sólo dependemos de esos signos, las palabras, para entendernos un
poco, por eso...
-Por eso tú preguntas si saben lo que significa la palabra.
-¡Exacto! A propósito, ¿sabes qué es ignominia?
-¡Oh! Ya deja eso.
Ambos rieron abiertamente.