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?Se dice así cuando un empleo es bien retribuido y sin embargo se trabaja poco o casi nada. No es el caso de la escultura. Requiere un gran esfuerzo, concentración e inspiración de parte del escultor y sobre todo mucho tiempo. Aunque tienes razón, ¡es mi pasión! Pero no vivo de esto, ¿sabes? En los últimos años mi padre invirtió en algunos negocios que le resultaron y guardó una buena cantidad en el banco a mi nombre. Esa suma podría ser una buena base para iniciar algunos otros negocios sin temor a fracasar. Pero por ahora la escultura es mi vida. El moldear una forma con mis manos... darle vida al material... sentir que tengo el poder de crear, produce en mí algo inefable... ¿Sabes qué es inefable?

Y una vez más el desconcierto de Ana.

?Sí... bueno...

Sin dejar que Ana terminara Alejandro respondió a su propia pregunta:

?Es algo que no se puede expresar con palabras. ¡Un arrebatamiento total! Deseo llegar a la perfección en las líneas, en las formas... deseo imprimirle vida a cada capa de material que moldean mis manos. Es casi una obsesión. ¡Son extraños los caminos del arte! Lo menos que hace es convertirte en su esclavo.

Ana escuchaba muy atenta las palabras de Alejandro.

?¿Qué es para ti la perfección?

?La perfección es lo que está en la naturaleza ?Alejandro fijó su mirada en el rostro de Ana y acercó con suavidad la mano derecha a su mejilla?, en las líneas de tu rostro, por ejemplo.

Ahora Alejandro comenzó a dibujar con sus dedos, ligeros, el contorno del rostro de Ana. Ella se estremeció al sentir su roce. La mirada de Alejandro la envolvía, como si escrutara cada uno de sus poros. Por unos instantes Ana se quedó completamente inmóvil, sin saber cómo responder a tal caricia, sintiendo el suave tacto del artífice sobre su piel, como pretendiendo hacer de ella su más reciente creación.

?Podemos imitar... pero nunca llegar a tal grado de gracia y belleza ?agregó Alejandro y alejó su mano del rostro de ella?. ¿Sabes? Envidio a Dios ?lo último sonó con verdadera amargura, luego unos segundos de silencio?. Seguramente ya te habré aburrido con mi perorata. ¿Sabes qué es perorata? ?y otra vez la pregunta tomó por sorpresa Ana. En esta ocasión Alejandro no le dio tiempo de contestar? Perorata es un discurso pesado y aburrido.

 
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