Domingo a la noche
Llamó mamá.
Está enojada. Desilusionada es la palabra que usó. Que se pueden
morir sin que yo me entere. Que no llamo ni para saludar. Que soy una
desagradecida. Tiene razón. Debería ir a visitar a mamá por lo menos dos veces
por semana sin quejarme. Sin quejarme no sé. Ir a visitarla. Tengo miedo de
arrepentirme en un futuro por no haberla
ido a visitar más seguido y pasarme todos los bonitos domingos de sol llorando,
llevándole flores adonde esté descansando y pidiéndole perdón por no
haber sido mejor hija. Dicen que eso pasa. Prefiero ir arreglando el tema ahora
y tener mis domingos más disponibles.
Lunes
6 de diciembre
Hoy llovió y salió el sol a la mañana. Al mediodía hacía un calor
insoportable y una humedad espantosa. Me quedé y almorcé una ensalada en la
oficina. A veces prefiero. Aunque esos almuerzos me agotan. Tengo que escuchar
con atención largas conversaciones que no me interesan. Y opinar. Pero con tanto
calor afuera y aire acondicionado en la oficina, valió la pena el esfuerzo.
Mientras volvía a casa se largó a llover de nuevo. Me voy a
preparar un té con limón. Tengo acidez. Es que tomé demasiado café en la
oficina. Tanto café sin ganas para no dejar al cigarrillo sin compañía.
Ahora que hay lindos tecitos con cajas bonitas debería tomar más
té y abandonar de una vez el mal hábito del café. Abrieron un negocio solamente
de tecitos acá a la vuelta. Un día de estos voy a ir a mirar qué hay.
Martes 7 de diciembre
Hace días que no sé nada de Ale. Tengo que terminar con esta
historia de una buena vez. Vivo pensando en que a lo mejor hoy llama, que a lo
mejor me lo cruzo. Veo gente que de lejos se parecen un poco a él y ya me
empieza a latir rápido el corazón. Y no es. Claro que no es. Este año voy a
terminar de una vez por todas mi relación con Ale, o tratar. Por lo menos,
tratar. Todavía me quedan unos días. Ojalá que me llame antes de fin de año.
Antes de fin de año, todavía podríamos vernos. Tengo que proponerme encontrar a
alguien más razonable. Y me voy a dejar de soñar con lo imposible. Voy a dejar
de soñar con Ale.