Esta es una novela de verdad: legible, interesante,
llevadera, con gracia en la escritura, no pretenciosa, con un personaje
delicado, sutil, que refleja realidades que uno conoce (y a las que uno cree que
la autora conoce mejor) pero que es al mismo tiempo lo que tiene que ser un
personaje de novela, es decir, un hecho de palabras, cuidadamente armado con
arte y capaz de respirar de otra forma.
Esta novela es la
primera publicación de una autora que tiene muchas más novelas para sacar de sí,
es su primer paso valiente y trabajado. No lo digo porque a este libro haya que
perdonarle nada, esta es una novela completamente lograda: lo digo para que
aprovechemos la oportunidad de acompañarla, leyéndola, en su viaje de
ida.
Desde que yo leí
"Diciembre-diciembre" entiendo más la situación de modestia anímica que padecen
tantos personajes femeninos encallados en la vida, y capto mejor su forma de
perderse en lo inmediato, y el uso de recursos espiritualistas y terapéuticos
que parecen más expresar desesperación que tratar de disminuirla. Pero lo
lindo es también que el desarrollo del personaje es de crecimiento y conquista,
que no es una novela -como hay tantas- que se relamen en la pérdida de sentido.
Pero no quiero decir más para que la lean. Además, los prólogos tienen que ser
cortos.
Alejandro Rozitchner