|
|
Páginas
1
2
3
4
5
(6)
|
|
Los llamados cholos y cholas, hijos de las uniones de españoles y Aymaraes constituyen una clase de gente muy típica de Bolivia. Las mujeres suelen distinguirse por su afición a los adornos y las chucherías. Sienten una particular predilección por las botas y los vestidos costosos y tratan de conseguir el dinero necesario por todos los medios posibles, en su mayoría con engaños. Son extraordinariamente taimadas y no vacilan, en la elección de los medios, aun el robo o el asesinato con tal de obtenerlo. No experimentan gozo en el trabajo. En razón de sus numerosas relaciones con los Aymará -también conocen su idioma a la perfección- se los emplea de preferencia en la administración como intendentes de pequeños pueblos y distritos del país. Llama en ellos la atención su clásico sombrero de paja, mientras los Aymará sólo llevan sombreros de fieltro. Otra peculiaridad de estos es el bonete de orla que llevan bajo el sombrero de fieltro y del cual no se separan jamás. Lo usan desde la cuna a la sepultura y les sirve para guardar las pequeñeces más variadas: dinero, tabaco, cigarrillos, coca, etc. Todas estas cositas se guardan en la punta del gorro, que también usan para sonarse la nariz a falta de pañuelo. Físicamente, los Aymará son de poca estatura. En particular, las mujeres evidencian un escaso desarrollo. El hombre, una especie de factótum que en su calidad de criado me brindó muy buenos servicios, era oriundo de la frontera norte de la región Aymará del lago Titicaca. Llama la atención que la mayoría de ellos presenten una inclinación tan acentuada de sus ojos alargados como la que caracteriza a los pueblos del Asia oriental. |
|
Páginas
1
2
3
4
5
(6)
|
|
Consiga La Paz y sus habitantes de R. Hauthal en esta página.
|
|
 | |
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
|
|
|
La Paz y sus habitantes
de R. Hauthal
ediciones elaleph.com
|
Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
|
|
|
 |
|