Presentación
La violencia se ha convertido
en Venezuela en uno de los principales problemas sociales. En el Estado Zulia
fundamentalmente para quienes habitan en la ciudad de Maracaibo, que concentra
el 42% de la población (y donde tienen lugar el 53% de los homicidios y el 76%
de los robos de vehículos).
Si se establecen
comparaciones entre el notable aumento de la tasa de homicidios y el
relativamente bajo incremento de la tasa de lesiones y entre el aumento de la
tasa de robos a mano armada y el descenso de la tasa de hurtos, se pondrá en
evidencia el carácter violento de la acción delictiva.
La alta prevalencia de los
delitos violentos condiciona la vida pública y privada, puesto que agrega un
nuevo elemento al stress citadino. Sobre todo por la incapacidad del Estado para
garantizar el cumplimiento de las funciones del sistema judicial y del aparato
policial, obligados a la prevención, a la captura y al castigo de los
delincuentes.
En un contexto de anomia
social caracterizado por las profundas contradicciones sociales y la crisis
económica y política, tal cuadro de violencia -real o percibida- y de impunidad
constituye el factor propiciatorio de respuestas
alternativas y particulares frente a la delincuencia. La población se arma, se
socializa en precauciones rutinarias de carácter individual o actúa
colectivamente.