https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Lord Jim" de Joseph Conrad (página 3) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Martes 21 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  (3)  4  5 
 

Como era dueño de una cabeza firme y un físico excelente, se las arreglaba muy bien arriba, con las jarcias. Su puesto estaba en la cofa de trinquete, y desde allí miraba a menudo hacia abajo, con el desprecio de un hombre destinado a brillar en medio de los peligros, y veía la pacífica multitud de techos cortados en dos por la marea parda de la corriente, en tanto que, dispersas en las afueras de la llanura circundante, las chimeneas de las fábricas se erguían, perpendiculares, contra un cielo sucio, cada tina de ellas delgada como un lápiz y eructando humo corno un volcán. Podía ver los grandes barcos que partían, los anchos ferries en constante movimiento, los barquitos que flotaban muy abajo de sus pies, con el brumoso esplendor del mar a la distancia y la esperanza de una vida agitada en el mundo de la aventura.

En el puente de abajo, en la babel de doscientas voces, se olvidaba de sí y vivía de antemano, con el pensamiento, la vida marinera de la literatura ligera. Se veía salvando a personas de barcos hundidos, cortando mástiles en medio de un huracán, nadando a través de una rompiente con una cuerda; o como náufrago solitario, descalzo y semidesnudo, mientras caminaba sobre arrecifes a flor de agua en busca de mariscos para no morir de hambre. Enfrentaba a los salvajes en playas tropicales, aplastaba motines en alta mar, y en un botecito, en el océano, mantenía vivo el espíritu de hombres desesperados... ejemplo, siempre, de la dedicación al deber, y héroe tan impávido como los de los libros.

-Algo ocurre. Ven.

Se puso de pie de un salto. Los muchachos subían corriendo por las escalas. Arriba se oían grandes corridas y gritos, y cuando pasó por la escotilla permaneció inmóvil, como aturdido.

Era el anochecer de un día de invierno. El ventarrón había refrescado desde el mediodía e interrumpido el tráfico en el río, y ahora soplaba con la fuerza de un huracán, en ráfagas espasmódicas, que resonaban como salvas de grandes cañones que disparasen sobre el océano. La lluvia caía al sesgo, en láminas que parpadeaban y desaparecían, y entre una y otra Jim entrevió visiones de la tumultuosa marea, las pequeñas embarcaciones zarandeadas y sacudidas a lo largo de la costa, los edificios inmóviles en medio de la bruma que se espesaba, los anchos ferribotes que cabeceaban, pesados, al ancla; los vastos embarcaderos que subían y bajaban, ahogados por las rociaduras. La ráfaga siguiente pareció arrastrar consigo todo eso. El aire estaba henchido de aguas volantes. El ventarrón tenía una intención feroz, había una furiosa seriedad en el chillido del viento, en el brutal tumulto de la tierra y el cielo, que parecían dirigirse contra él, y que lo hicieron contener la respiración, atemorizado. Se quedó inmóvil. Le pareció que se le hacía girar en torno de sí.

Lo empujaron.

-¡Al cúter!

Los jóvenes corrieron a su lado. Un costero que corría en busca de refugio había atravesado a una goleta anclada, y uno de los instructores del barco presenció el accidente. Una multitud de jóvenes se treparon a las barandas, se apiñaron en torno de los pescantes.

-Colisión. Delante de nosotros. Mr. Symons lo vio.

 
Páginas 1  2  (3)  4  5 
 
 
Consiga Lord Jim de Joseph Conrad en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Lord Jim de Joseph Conrad   Lord Jim
de Joseph Conrad

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com