Al otro día, todos sus empleados
lo saludaban con un amor incondicional, y todo marchó bien por un par de días,
luego nuevamente el mal humor reinó, y otra vez efectuó su programación en Alfa,
pero esta vez no funcionó, entonces desesperado acudió a mi consultorio
reclamándome que la técnica no había sido efectiva.
Nos tranquilizamos los dos y le
hice ver que debería ponerse en manos de un psicoanalista, pues lo que estaba
sucediendo era mucho más profundo, y por lo tanto había que atenderlo, así lo
hizo y al poco tiempo me vino a ver muy agradecido, por fin estaba viendo de
dónde venía ese mal carácter y entendió que la técnica no había funcionado
porque él mismo bloqueaba el funcionamiento con sus limitaciones inconscientes,
pero ya podía manejarse mucho mejor con sus empleados, y también con su esposa,
hijos y toda su familia, hasta con su padre, del cual se había alejado años por
una discusión muy dolorosa.
Pero en sí, la técnica había sido
mal utilizada, el Arquero se confundió de blanco, había apuntado a un blanco
distinto. Es que él era un patrón abusivo con sus palabras para con sus
empleados, e irradió con un color rosa a sus empleados y no a él mismo, pues él
era abusivo, no sus empleados con él, sino él con ellos. Eso es muy común,
echarle la culpa a otros y no vernos nosotros mismos, la mayoría de las veces,
no son otros que actúan mal con nosotros, y si actúan mal es por una causa, y
generalmente la causa en desde nuestro lado, y lo más común es que sea interna e
inconsciente.
"El viaje hacia ese universo
Verdadero es absolutamente difícil. Quien se aventura hacia el Mar Profundo,
aprehende a Navegar, pero... les muestra a los demás, que quedarse en el pedazo
de Tierra segura que le fue asignado, es una forma de renunciar a su Propio
Mundo"