Simétricos
1 de Marzo
Compré fideos en el almacén coreano. Cuando estaba pagando,
apareció la esposa de Kim, que venía de una de las habitaciones del fondo. Al
pasar el límite entre la habitación y el almacén, vi bien clarito que se sacó
las pantuflas (que quedaron del lado del parquet) y se puso un par de zapatos
que agarró de la parva amontonada en un rincón, del lado del almacén.
Yo no sé porqué no lo dicen. Si fuesen solidarios con la
información nos ahorraríamos muchos problemas. Cinco mil años de cultura
egoísta, eso es lo que tienen, porque al final, tanta sabiduría sin compartir,
no sé si es sabiduría. A lo mejor los antiguos descubrieron el problema y no les
dijeron la causa. Quizás solamente le prohibieron entrar zapatos en la casa, y
luego de milenios quedó como una regla de educación y no como lo que es.
Así dicen también de los judíos, que no comen jamón por una
costumbre que pareció servir para evitar una enfermedad, y ahora se joden y ya
no se acuerdan por qué era. O creo que lo dijo Dios.
Igualmente yo no amontonaría los zapatos como los coreanos,
porque creo que los nuevos se arruinan más rápido al estar en contacto con los
otros. Cuanto más se juntan, peor andan, creo yo. Puede ser que se contaminen
con alguna energía de los zapatos viejos, como si los muy turritos le
chusmearan.
2 de Marzo
Hoy mismo me compro otros zapatos. Esta mañana encontré el
mocasín derecho dado vuelta y en el rincón, debajo de la ventana, como lo dejé
anoche, pero en lugar de estar apoyado en la pared, estaba sobre la alfombra,
apuntando al placard, como si se hubiese esforzado por llegar hasta el mocasín
izquierdo.