Me di cuenta de que su extraño lenguaje no provenía de un
distinto idioma, sino era producido por la patada que le había propinado Sonia
en la boca.
Habiéndole hecho saltar un par de dientes que acababa de
escupirlos y dejándonos ver entre sus seguramente tacos, los orificios expuestos
correspondientes a los ya caídos y comentados incisivos.
El hecho es que dijo a sus compañeros.
?¡Fazta de dondedías! ¡Coedlez! ?con una voz seca, como la de
un ganster.
Supuse que era tal, ya que vino a la mente una escena de una de
esas pelis de polis y ladrones, cuando el malo dice:?"Tú te lo has buscado
Morgan" ?con una entonación igual de seca.
Yo muchas veces repetía esa frase "Tú te lo has buscado
Morgan". Aunque mi forma de decirlo sonaba más bien a un duelo de espadas de
piratas y bucaneros, y justo antes de acabar la lucha y clavarle la espada uno
al otro se decía.
..Y es que ese nombre, Morgan, siempre lo había asociado con
piratas y bucaneros. Tenía la duda de que diferencia podía haber entre ellos si
es que existía alguna.
Mientras todo esto rulaba por mi cabeza sentí que una mano me
apretaba contra mi pecho, y quise gritar y no podía.. Y esa presión entre la
mano que me oprimía y mi impotencia para articular sonido, me estaba
ahogando.
?¡Vamos! ?Oí? ¡En pié!.
?¡Vamos, que ya es hora! El desayuno ya está preparado..
?Hum.. ?farfullé. Abrí ojo y medio y ví a mi madre, que al
verme ya despierto cogió y salió de mi habitación, trazeando mi mirada, en su
estela de sombras hasta que hicieron tope y volvieron a
cerrarse.