Las advertencias de Jacobo no fueron recibidas como debieran... Marcos le intimó que no debía meterse en lo que no te importaba... Paco lo mandó sencillamente a paseo... Y Curra, esa admirable y bondadosa Curra, aunque escuchara sus palabras con gracia y simpatía, conocedora de sus admoniciones a su marido y su amigo, insinuóles a que Jacobo hablaba de despecho. ¡Él se le había declarado, ella lo había puesto en su lugar, pero muy en su lugar!...
-Y cavilando sobra el resultado de sus gestiones, Jacobo pensaba:
-No cabe duda. Ellos son unos zonzos, los tres, ¡pero yo soy el más zonzo de todos!
FIN