¾ Seminario de las misiones
extranjeras de París 200
¾ Congregación del Espíritu Santo
150
¾ Establecimientos religiosos de la
Tierra Santa 100
¾ Sociedades para madres solteras
350
¾ Obra para mejora de las prisiones
400
¾ Obra para el alivio y rescate de los
presos 500
¾ Para libertar a padres de familia
presos por deudas 1000
¾ Suplemento a la asignación de los
maestros de escuela de la diócesis 2000
¾ Cooperativa de los Altos Alpes
100
¾ Congregación de señoras para la
enseñanza gratuita de niñas pobres 1500
¾ Para los pobres 6000
¾ Mi gasto personal 1000
Total 15000
Durante todo el tiempo que ocupó el obispado de D., monseñor
Myriel no cambió en nada este presupuesto, que fue aceptado con absoluta
sumisión por la señorita Baptistina. Para aquella santa mujer, monseñor Myriel
era a la vez su hermano y su obispo; lo amaba y lo veneraba con toda su
sencillez.
Al cabo de algún tiempo afluyeron las ofrendas de dinero. Los
que tenían y los que no tenían llamaban a la puerta de monseñor Myriel, los unos
yendo a buscar la limosna que los otros acababan de depositar. En menos de un
año el obispo llegó a ser el tesorero de todos los beneficios, y el cajero de
todas las estrecheces. Grandes sumas pasaban por sus manos pero nada hacía que
cambiara o modificase su género de vida, ni que añadiera lo más ínfimo de lo
superfluo a lo que le era puramente necesario.