https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El retrato de Dorian Gray" de Oscar Wilde (página 4) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 27 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  (4)  5 
 

-¡Extraordinario! Nunca hubiera creído que te preocupases de otra casa que de tu arte.

-El es ahora todo mi arte -repuso el pintor gravemente -. A veces pienso, Harry, que no hay más que dos eras de alguna importancia en la historia del mundo. La primera, es la aparición de un nuevo medio de arte; y la segunda, la aparición de una nueva personalidad para el arte. Lo que la invención de la pintura al óleo fue para los venecianos, y el rostro de Antino para la escultura griega de la decadencia, será algún día para mí el rostro de Dorian Gray. No es que me sirva de modelo para pintar, dibujar o imaginar. Claro que he hecho todo esto. Pero es para mí mucho más que un modelo. No quiere esto decir que esté descontento de mi trabajo, ni que su belleza sea tal, que el arte no pueda expresarla. No hay nada que el arte no pueda expresar, y yo sé que mi trabajo, desde que encontré a Dorian Gray, es bueno, lo mejor que he hecho en mi vida. Pero, en cierto modo -no sé si me comprenderás -, su personalidad me ha sugerido otra manera de arte, una modalidad de estilo completamente nueva. Veo ahora las cosas de un modo distinto, las concibo diferentemente. Puedo dirigir mi vida por un camino que hasta ahora me había estado oculto. "Un sueño de formas en días de pensamiento..." ¿Quién ha dicho esto? Lo he olvidado, pero esto es lo que ha sido para mí Dorian Gray. La sola presencia de este muchacho -pues, para mí, a pesar de haber cumplido los veinte, no pase de ser un muchacho -, su simple presencia visible... ¡Ah! ¡Si tú supieras lo que para mí significa! Inconscientemente define para mí las líneas de una nueva escuela, una escuela que tuviese en sí toda la pasión del espíritu romántico, toda la perfección del espíritu griego. La armonía del cuerpo y del alma, ¡nada menos! Nosotros, en nuestra demencia, los hemos separado, inventando un realismo que es vulgaridad, un idealismo que es vacío. ¡Ah, Harry, si tú supieras lo que Dorian Gray significa para mí ¿Te acuerdas de aquel paisaje mío, por el que Agnew me ofreció un precio tan exorbitante, y del que no quise desprenderme? Es una de las cosas mejores que he hecho. ¿Y sabes por qué? Pues porque, mientras lo pintaba, Dorian Gray estaba sentado junto a mí. Alguna influencia sutil pasaba de él a mí, pues por primera vez en mi vida vi en el paisaje la maravilla que siempre había buscado, sin encontrarla jamás.

-¡Basil, eso que me cuentas es extraordinario! Es preciso que yo conozca a Dorian Gray.

Haliward se levantó del banco, poniéndose a caminar de arriba abajo por el jardín. AI cabo de unos momentos volvió.

-Harry -dijo -; Dorian Gray no es para mí más que un motivo de arte.

Tú, es posible que novieras nada en él. Yo, lo veo todo. Nunca está más presente en mi obra que cuando no veo ninguna imagen suya. Es, como te he dicho, el surgimiento de una nueva modalidad. Lo encuentro en las curvas de ciertas líneas, en el encanto y sutileza de algunos colores. Eso es todo.

-Entonces, ¿por qué no expones su retrato? -preguntó Lord Henry.

-Porque, sin querer, he puesto en él como una expresión de toda esta extraña idolatría artística, de la que, naturalmente, nunca le he dicho nada a él. Él nada sabrá nunca de ella. Pero los demás podrían adivinarla; y yo no quiero desnudar mi alma ante ojos superficiales y fisgones. Mi corazón no será colocado bajo su microscopio. Hay demasiado de mí mismo en este retrato, Harry... ¡demasiado!

-Los poetas no son tan escrupulosos como tú. Saben lo útil que es la pasión a sus libros. Hoy, un corazón destrozado alcanza una porción de ediciones.

-Por eso los aborrezco -exclamó Hallward-. El artista debe crear-cosas bellas; pero sin-poner en ellas n da de su propia vida. Vivimos en una época en que los hombres tratan el arte como si no fuera otra cosa que una forma de autobiografía. Hemos perdido el sentido abstracto de la belleza. Algún día yo enseñaré al mundo lo que es. Por esto, el mundo no verá nunca mi retrato de Dorian Gray.

-Creo que haces mal, Basil; pero no quiero discutir contigo. Sólo los que no tienen remedio intelectual se empeñan en discutir. Dime: Dorian Gray, ¿te tiene mucho afecto?

El pintor quedó pensativo unos instantes.

-Sí -contestó al fin -; sé que me tiene afecto. Claro que yo le mimo lastimosamente. Encuentro un placer singular en decirle cosas que sé que sentiré haberle dicho. Generalmente está muy cariñoso conmigo, y nos sentamos en el estudio y hablamos de una porción de cosas. De cuando en cuando, sin embargo, es terriblemente aturdido, y parece complacerse en hacerme sufrir. Entonces comprendo, Harry, que he entregado mi alma entera a un ser que la trata lo mismo como si fuera una flor que prenderse en el ojal, una condecoración que halaga la vanidad, el adorno de un día de verano.

-Los días de verano son largos -murmuró Lord Henry -. Quizás seas tú el primero que se canse. Es doloroso de pensar; pero no cabe duda de que el genio dura más que la belleza. Esto explica por qué nos tomamos tanto trabajo en instruirnos. En la lucha sin tregua de la vida necesitamos algo que perdure; por eso llenamos nuestra mente de ripios y de hechos, en la necia esperanza de conservar nuestro sitio. El hombre enterado de todo: tal es el ideal moderno. Y el espíritu de este hombre enterado de todo es una cosa abominable, un baratillo, todo monstruos y polvo, todo tasado en un precio más alto que su valor. En fin, sea lo que sea, creo que tú serás el primero en cansarte, un día mirarás a tu amigo, y lo encontrarás un poco desdibujado, o no te gustará su tono de color, o cualquier otra cosa por el estilo. Y se lo reprocharás amargamente en tu corazón, y creerás con toda seriedad que se ha portado muy mal contigo. Al día siguiente estarás con él perfectamente frío e indiferente. Lástima grande, porque empezarás a cambiar. Lo que me has contado es toda una novela, una novela de arte, por decirlo así; y lo peor de tener una novela, sea del género que sea, es que le deja a uno tan poco novelesco...

 
Páginas 1  2  3  (4)  5 
 
 
Consiga El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde   El retrato de Dorian Gray
de Oscar Wilde

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com