Con la introducción de la Reforma
Educacional en su colegio, el profesor de matemática, Daniel Mercado reconoció
sus arraigadas prácticas de interminables ejercicios, que siempre consideró
necesarios para la formación matemática de sus alumnos. Sin embargo, bajo la
lupa de la reflexión y los nuevos métodos educativos, pudo corroborar cómo su
antiguo modelo había confabulado contra su ferviente deseo de traspasar a sus
estudiantes, el gusto por la matemática.
Un vuelco didáctico comenzó a
gestarse a partir del replanteamiento de sus ideas; aquel mundo abstracto,
gobernado por fórmulas y teoremas,
comenzó a actualizarse en la simpleza de las cosas, en el mundo
cotidiano, donde sus alumnos podían observar maravillados una matemática viva,
concreta, real y auténtica.
Es en este contexto de
enseñanza-aprendizaje renovado e innovador, basado en experiencias que Daniel,
junto a su colega Camila Bustamante, va descubriendo las increíbles aplicaciones
de la matemática, a través de diversas actividades creativas para el aula.
Entre sabrosos diálogos,
situaciones problemáticas y divertidas, apasionadas discusiones sobre
metodología, didáctica, ideologías constructivistas, evaluación y otras temas
contingentes, los personajes nos muestran que la matemática es una aventura que
todos pueden vivir y disfrutar.