María Rosa Vila es argentina, nacida en la Pampa Húmeda, más
exactamente en Venado Tuerto (SF). De allí salió hacia Brasil, primero viviendo
en São Paulo, luego en Bahía y por último en Río de Janeiro. Durante los 6 años
que vivió en Brasil, aprendió a amar esa cultura tan cercana a nosotros,
geográficamente, y tan desconocida, a veces.
Una parte muy importante de esa cultura es la religión, y en
nuestro país hermano tienen mucha influencia las religiones africanas, que una
vez arraigadas en América fueron tomando características diferentes entre sí,
según la región; y también se transformaron en algo diferente a las que le
dieron origen. Así en Brasil existen varias religiones de origen africano:
umbanda, kimbanda, tambor de minas, candomblé, etc. Es sobre el candomblé que
trata este libro.
La autora del libro no es escritora (esta es su primera obra
escrita), pero ya transitó por los más variados estudios, capacitaciones y
experiencias. Tal vez sea por causa del signo de Escorpión, tal vez por el Tigre
de Fuego en el horóscopo chino, tal vez por su orixá: Oyá, la diosa de los
vientos, los rayos y las tempestades, pero esta mujer ya recorrió un largo y
sinuoso camino.
Comienza con una infancia feliz, en compañía de sus afectos más
queridos, época de felicidad, dulzura, la vida le sonreía; luego la muerte de su
madre cuando ella tenía 18 años, le marcó un cambio radical en su vida.
Militó en el Movimiento Montoneros, transitó el camino del
exilio hasta Brasil, donde vivió 6 años, trabajando como fotógrafa; en Argentina
estudió Filosofía, Ciencias Naturales, Profesorado de Portugués y Danzas
Brasileñas (danza afro, samba, axé, forró, lambada, etc.) y Caribeñas (salsa,
merengue, rumba, chachachá, mambo, etc.)
Actualmente es Profesora de Portugués e Instructora de Ritmos
Caribeños y Brasileños, dirige ALMA NEGRA, grupo de danzas que trabaja animando
eventos y que a fin del año 2004 estrenaron "Raíces Africanas", espectáculo de
danza y teatro, en el cual tuvo a su cargo la coreografía y dirección.
Felizmente casada con Tato, actor y director de teatro, en su
3º matrimonio que ya lleva 16 años. Madre de cuatro hijos: Mayra, Mauro, Mariano
y María, que junto a las tres hijas de su marido (de su matrimonio anterior):
Leticia, Tatiana y Penélope, totalizan 7 (siete) hijos de esta pareja. "Los
tuyos, los míos y los nuestros".
Por lo contrario de lo que se podría imaginar, no es adepta de
la religión que estamos tratando. Entre otras razones porque aquí en la
Argentina no existe el candomblé, o por lo menos no en el interior. Es católica,
pero no muy practicante. Sin embargo, la búsqueda mística siempre fue importante
en su vida. Ante la muerte de su madre, se reveló contra la religión católica y
le dio la espalda pero, no pudiendo estar sin el apoyo de la fe, anduvo
procurando en otras doctrinas: en los hare kríshna, los maharishi, los
rosacruces, los espiritistas... hasta que llegó a Bahía, conoció el candomblé y
vio que era posible ser católico y también pertenecer al candomblé, las dos
religiones que ahora están en su corazón.
Para nosotros, los argentinos, esto es muy difícil de entender,
pero en Brasil y en varios países del mundo existe el llamado: sincretismo
religioso. Este sería el resultado de la mezcla, de la síntesis entre dos
doctrinas diferentes. En el caso de Brasil, el sincretismo no existe en ninguna
de las dos religiones, ni en sus filosofías ni en sus instituciones, pero sí en
la gente. Las altas jerarquías católicas, como así también las del candomblé, no
aceptan estas misturas y hasta llegan a combatirlas. Pero por el momento parece
ser en vano, ya que la gente continúa yendo a la iglesia católica y a los
terreros de candomblé. O si no es practicante de ninguna de las dos, a veces les
rezarán a Jesús o a la Virgen María, y otras veces le pedirán una gracia a
Iemanjá o a Xangó. Es así.
Mensaje de la autora:
Este libro está dedicado a todas las personas que tengan
curiosidad por saber qué es eso llamado candomblé. Que en nuestro país, a veces
ha aparecido en los medios, pero casi siempre desde una óptica sensacionalista,
abordándolo como una secta, horrorizados porque sacrifican animales o bien, en
las noticias policiales, cuando apresan a algún pai de santo
"trucho". Estos señores viajan a Brasil, permanecen allí uno o dos meses, quizás tres, o
seis, y vuelven a la Argentina diciendo que son pai-de-santo. Sin
embargo, los verdaderos pai-de-santo brasileños, o mejor dicho
"babalorixá", si quieren empezar a pensar en ser uno de ellos, tienen que tener
por lo menos unos 7 años de práctica y servicio en esta religión.
Durante mi vida en Brasil, tuve muchas vivencias con este
culto, viendo y escuchando y participando de algunas experiencias. El candomblé
está siempre presente en los brasileños y mucho más en Bahía. Pero siempre con
mucho respeto, aún de los que no lo practican, como algo poderoso y divino.
Cuando volví a la Argentina, siempre continué retornando a Brasil, al menos una
vez al año y sentía la energía positiva y de paz que había en el candomblé. Sin
embargo llegaba aquí, y escuchaba críticas agresivas e injustas hacia esta
religión.
Hasta un día, en uno de mis viajes a Bahía, en que fui a un
terreiro de candomblé de la nación Ketu, en una fiesta a Oxalá, orixá de la paz,
donde todos se visten de blanco. Ese día salí embriagada de esa luz, de esa
fuerza, de esa paz.
A la vuelta del viaje, ya en mi país, me dio como un ataque,
como si estuviera poseída. Me senté en la computadora y comencé a escribir sin
parar. Hubo días que no paraba ni para comer y dormía lo mínimo para seguir
escribiendo. Luego de unos 3 meses así, comencé a organizar el trabajo, compré
libros, hablé por teléfono, entre en millones de páginas de Internet y durante
los años que me llevó la realización de esta obra, en cada viaje a Brasil, hice
entrevistas, participé de muchas ceremonias, dialogué con mucha gente de
candomblé.
Porque quise que cuando vos, lector, lo leyeras, pudieras
cambiar un poco esa visión oscura que tenemos los argentinos de las religiones
africanas. Está escrito pensando en la mentalidad de los argentinos. Lo escribí
desde mi sentir, desde mi cultura, que es la tuya, para que veas que vos también
podés despojarte de los prejuicios y admirar esta religión que es tan
maravillosa.
Una indicación sobre el idioma portugués: todas las letras "x"
de las palabras de origen africano (como son todas las de este libro) y la letra
"j" (siempre), se pronuncian como "y". Ej.: Oxúm, Iemanjá, etc.