Desde que Laura Kaplansky llega a China, a trabajar en Radio Pekin, empieza un diario íntimo donde combina los recuerdos de su infancia judía en Buenos Aires, sus enredos con la burocracia China, sus desopilantes episodios amorosos con dos diplomáticos africanos y sus reflexiones más bien insólitas sobre la condición humana. ¿Puede haber en este mundo mayor desgracia que ser mujer, cuarentona, sola, nada flaca, judía, sudamericana y bastante voluble a las pasiones? La opinión de Laura al respecto varia considerablemente de un momento a otro, según su humor y el lugar donde se encuentre: la radio, la cama, las célebres excursiones "de confraternidad", el mercado de pájaros, las recepciones oficiales y la ópera, donde indefectiblemente se duerme. Hay novelas de aventuras y novelas de desventuras. El lector dirá a qué categoría pertenece este libro tierno y vitriólico, hilarante y nostálgico, escrito con tan prodigiosa desenvoltura y desfachatez.
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