Este nuevo volumen de esas notas íntimas que el público ha llamado Confidencias, no puedo menos de sentir una nueva angustia en mi corazón.
Ya había previsto lo que ha sucedido. Al abrir mi vida, ésta se ha evaporado. Este diario de mis impresiones ha hallado gracia, indulgencia y aun interés en algunos lectores, si he de creer los benévolos anónimos que me han escrito. Pero los críticos austeros y ásperos, esos hombres que diluen hasta nuestras lagrimas en sus tintas, para dar más amargura á sus sarcasmos.........
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