La mayor parte de los sucesos narrados los compuse con material que recogí en conversaciones con revolucionarios de distintas clases y matices, sobre todo de las pláticas entre ellos mismos... Mi cosecha la levanté en los cuarteles, hospitales, restaurantes, fandangos, caminos carreteros, veredas, ferrocarriles y en otras partes". Esto se nota en la frescura de la novela; diálogos muy vivos, personajes palpables, realismo en las escenas, alta tensión en las situaciones en las que se encuentran, originalidad en los motivos, símbolos y temas. Y hay un sostenido interés dramático, al que se debe en gran medida el éxito de esta la última, la muerte del guerrillero en el cañón de Juchipila, no decae el interés.
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