 |
  |
|
Las voces Gardel y el canto
|
|
 Reseña del libro
| ||||||
Política de Devoluciones. |
||||||
Otros libros en la misma sección |
||||||
 |
||||||
| |
||||||
Descripción del libro usado "Las voces Gardel y el canto" |
||||||
|
||||||
| Edmundo Rivero, figura genuinamente revolucionaria dentro de las corrientes vocales del tango, reúne armoniosamente al cantante con dimensión de músico, la voz con inesperada timbradura de bajo y el interprete capaz de conjugar en su repertorio las más diversas formas estéticas y temperamentales de la canción de Buenos Aires."(H. Ferrer). Esta síntesis de su figura sea tal vez el resultado de su propia experiencia como artista, expresada por él mismo con humildad: "no comparto la idea de que todo es simple cuestión de "sensibilidad", una especie de "duende" misterioso que tiene cada cantor. Gardel, de quien siempre se olvida esta faceta, pudo llegar a superarse constantemente porque estudiaba, tomaba clases de canto y escuchaba a los grandes cantantes". Estos conceptos están claramente desarrollados a lo largo de estas páginas y pueden constituir una buena guía para aquellos cantantes noveles que las aborden como Rivero mismo abordó todo en su vida profesional: con humildad, sin soberbia. Esta humildad que le permitió llegar a ser una gran figura dentro de nuestro tango, cantor de grandes orquestas, como la de Horacio Salgán, Aníbal Troilo, representante de nuestro país en Estados Unidos, Japón, España, Colombia, artista de recitales en el Teatro Colon y el Teatro Gral. San Martín; en el Teatro Solís de Montevideo; en la Universidad Católica de Santiago de Chile; en el Teatro Municipal de Lima. Toda esta rica experiencia como intérprete del tango, todos estos serios estudios de nuestra música están volcados en esta obra para delinear la figura de Gardel en una faceta desconocida o poco difundida de su personalidad: la del estudioso de la música, que fuera siempre eclipsada por la de Gardel de la presencia seductora o del anecdotario cachafaz. Este es el gran aporte de Edmundo Rivero al estudio de la figura del zorzal: el Gardel serio y no sólo el de la pinta y la sonrisa.  Ir al inicio |
||||||
