Cuando se relaciona con un grupo de adictos bajo tratamiento, el protagonista de Fanfarria Dei advierte que los límites entre la realidad y la ficción no son tan precisos, y que los acontecimientos de su historia personal revelan una trama secreta que vincula las noticias de la guerra en Kosovo con la sensualidad de una enigmática Elvira, las reflexiones filosóficas de Martin Heidegger al redactar Ser y Tiempo durante el advenimiento del nazismo con un mendigo que busca refugio por las noches en los portones del Teatro Ibérico, en una Buenos Aires en donde los sueños de los habitantes son programados por un sistema central infectado por un virus asesino que amenaza con propagarse. Los cuadros que representan combates de ángeles en el Apocalipsis y las memorias de su infancia en Aldo Bonzi obsesionan a un locutor de radio que enfrenta las mismas dificultades que enfrentó un pescador ignorante del Siglo I de la era cristiana, encerrado en una caverna de la Isla de Patmos, una prisión, para describir el vuelo rasante de un F-117 sobre los campos petroleros incendiados, pues desconocía las palabras aeroplano, turbina, copkit, devastación nuclear, misil, o que cientos, millones, pueden morir por efecto de una bacteria microscópica. Daniel R., uno de los internados de la Fundación San Carlos, aporta una clave para resolver ese enigma. Fanfarria Dei -finalista del Premio Clarín 1999- no es una novela complaciente, es una mirada contemporánea y decidida que indaga en los temas fundamentales de la condición humana: el tiempo y su devenir, la responsabilidad del creador frente a su criatura y el sentido de la existencia. Horacio de las Carreras propone un texto intenso y una prosa descarnada, expuesta, susceptible de múltiples lecturas y nos desafía y compromete a participar en el '' eterno combate'' hasta el último aliento.
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