¿Cómo hace una madre, en los tiempos que corre, para mantener una relación siempre coherente con sus hijos cuando, a medida que crecen, van teniendo distintas exigencias, motivo de nuevos conflictos.
Aquí justamente una madre, con gran sencillez y poco común sabiduría, va desgranando experiencias de su propia vida en el corazón de una familia numerosa e inquieta. Desde el nacimiento hasta la adolescencia se van presentando así las situaciones características de cada edad y personalidad, las dificultades, las soluciones, que invariablemente surgen de un amor atento, creativo, informado, pero sobre todo sin limites. El desarrollo de cada uno y la unidad de toda la familia aparecen construidos por un continuo y consciente intercambio, donde las actitudes emocionales ceden el paso, en cada ocasión, a un permanente reordenamiento inferior y a una visión unitaria de la existencia. La convivencia familiar se presenta así, en la experiencia de esta madre, como una escuela de vida no sólo para sus hijos, sino fundamentalmente para ella misma. Y en eso está su mayor originalidad.
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