El 12 de julio de 1988, a las 18 hs., es encontrado en el natatorio de un centenario colegio católico el cuerpo sin vida de la alumna Jimena Hernádez.
Dos meses más tarde, el juez de Instrucción, Dr. Cevasco, cierra la causa resolviendo que la niña murió ahogada. No impiden este pronuciamiento en el que pulmones y estómago no exhiban ni una gota de agua y la presencia acusadora de una mancha fresca de semen en la mallita de la víctima.
A partir de este suceso, la obra testimonia las vicisitudes, éxitos y frustaciones de la investigación.
El relato está plagado de un suspenso no deseado, fruto de una realidad avasallante. Describe la lucha de un abogado en Soledad, por y contra el sistema.
Lo que el filósofo definió como "la lucha por el Derecho".
Hay en la historia amenazas, intrigas, sospechas y sospechosos, funcionarios que se mueven en la sombras, un poder oculto... y la incertidumbre.
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