La redacción de APM se llenó de historias de guardias médicas. Por correo normal, por correo electrónico o personalmente se fueron acumulando anécdotas de un mundo que los médicos conocen bien. Y esas historias que circulan de boca en boca, que se rememoran en reuniones de profesionales, tomaron finalmente una forma literaria. El objetivo del Concurso Cuentos de la Guardia (recopilar historias, premiar las mejores) se ha cumplido, historias: sorprendentes, tiernas, humorísticas, trágicas.
Cuentos de la guardia permite elaborar una muy interesante síntesis de lo ocurrido en el ámbito de las guardias médicas, muy especialmente en los hospitales públicos de las últimas décadas.
Entre los relatos recibidos hay algunos que son homenajes de médicos a sus maestros.
Otras son lecciones de vida que muchos pacientes ofrecen a quienes deben atenderlos.
También hay historias "de iniciación", donde los jóvenes doctores van descubriendo el mundo de las guardias con todo lo que conlleva de alegría, frustración y satisfacción ante el trabajo cumplido.
Entre los cuentos recibidos abundaron también las anécdotas humorísticas (muchas veces bordeando el humor negro), las confusas o divertidas relaciones con el resto del personal asistencial, las historias desaforadas de una realidad que tiene en la guardia un lugar de singular privilegio.
Menos comunes, pero igualmente significativos, son los relatos de añoranza, donde médicos mayores recuerdan sus experiencias de otros tiempos, en épocas donde el ejercicio de la medicina supo tener (impronta que se repite en tantas otras profesiones) un ámbito más agradable de trabajo.
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